domingo, 6 de octubre de 2013

Encerrados en una jaula de oro...

Llegó el fin de semana y la oportunidad de conocer nuevamente la ciudad desde un punto de vista turístico. Una persona normal pensaría que es fácil, llegar y salir donde tu quieres ir, tomar un taxi o transporte público, pero noooooo, esto está lejos de ser así.

Dormimos muy poco, ya que llegamos tarde el viernes y teníamos que prepararnos para salir a las 10:00 a conocer los museos de Luanda, yo había puesto mi despertador a las 9:30 para en un acto de casi magia estar lista en media hora... bueno eso no me resultó, ya que la "amable" señora de la limpieza (la odio cada día más) volvió a hacer su truco y me toco la puerta a las 8:30, y como no contesté intentó entrar... menos mal yo había puesto pestillo, sino la tengo dentro de mi pieza preguntando si tenía ropa sucia...

Partimos hacia los museos, comenzando por el Museo Nacional de Historia Militar, donde nos derretimos del calor... esto es algo que yo no disfruté mucho, porque no me gustan mucho las cosas de guerra, pero entiendo que esto forma parte de la historia reciente de este país, que dejó de estar en guerra solo en el 2002, y obtuvo su independencia en 1975.







Esta es la “Rainha Nzinga”


Desde este museo, que está ubicado en la Fortaleza de San Miguel, se puede ver también otra cara de Luanda, que si bien se ve mezclada en el resto de la ciudad aqui es un poco más impactante...




Después de asarnos en este museo, partimos hacia el Mausoleo Agostinho Neto, que fue el primer presidente de Angola y es quien acaba con acaba con el régimen colonial y dictatorial de Oliveira Salazar en 1974.  La brutal represión del ejército portugués en Angola cesa. Los militares, que han llegado al poder en Lisboa, ofrecen la independencia a la mayor parte de las colonias portuguesas. La fecha para la declaración de independencia de Angola se fija para el 11 de noviembre de 1975.




Finalizamos el recorrido cultural en el Museo de la Esclavitud, donde nos ocurrió un hecho curioso, el museo supuestamente cerraba a las 4:00 pm, pero los guardias decidieron que mejor lo cerraban a las 2:00 pm... nosotros llegamos a las 3:00 pm... y no nos dejaban entrar... entonces el guardia le dice a nuestra conductora del taxi que estaba cerrado, pero que si le dábamos algo de plata nos dejaba entrar... entonces nuestra taxista (Cecilia) se puso como una furia, y le dijo que no nos podía decir eso, porque era un lugar público, o estaba cerrado y no nos dejaba entrar, o estaba abierto y podíamos entrar gratis como todo los demás, y que si no terminaba con esa actitud Angola nunca iba a cambiar... quedamos todos impresionados con su respuesta, y la felicitamos luego. Finalmente nos dejaron pasar sin pagar :)







Tipo 3:00 pm fuimos a almorzar al mall Belas Shopping, yo tenía muchas ganas de comprarme otros jeans porque traje solo uno, pero en la tienda que quería los pantalones costaban "solo" USD $230 jajjaa, así que mejor no comprar nada...

Hoy domingo, la cada vez menos querida señora de la limpieza nuevamente me tocó la puerta a las 8:30, es como si lo hiciera a propósito...

Hoy tuvimos un rico día de playa, y nos sentíamos encerrados en nuestra jaula de oro, ya que no nos dejan salir si no es con autorización de la seguridad de IBM, pero como fuimos a una playa que estaba en Luanda éramos "libres"...

El problema fue conseguir un taxi, este país definitivamente no está preparado para el turismo, pedimos un taxi en la recepción del hotel, y NO HABÍAN!!! y no tenían otra solución... nos costó casi una hora conseguir un taxi (aquí no pasan taxis por la calle) y nos cobró USD $20 a cada uno, éramos 13, por irnos a dejar y a buscar a la playa, que no estaba a más de 15 minutos del hotel...

La playa era tranquila y linda, aunque bastante sucia, el mar tenía mucha basura... incluso vimos un pañal flotando :O

El agua no era tan fría como en Chile, así que era posible quedarse ahí por muuuuucho rato... las olas eran bastante traviesas, y nos hacían caernos a veces, uno que otro de nosotros pasó momentos vergonzosos al ser expulsado por el mar hacia la orilla...



De todas formas pudimos aprovechar toda la tarde y tomar solcito, a ver si así tenemos un poco menos de contraste con la gente de aquí jejeje

Lamentablemente a Kana, la japonesa, le robaron en la playa su cámara de fotos, su smartphone y toda la plata que tenía en la billetera... lo terrible es que no supimos cuando fue eso, ya que más encima se tomaron la molestia de abrirle todos los cierres de su bolso, ya que le dejaron todo tal como estaba... sin esas cosas claro.

De todas formas la sensación de la playa fue que por un día logramos escapar de nuestra jaula de oro y ser libres por un rato!!!

Mañana nos espera un nuevo día de trabajo, ya estamos preparados para adaptarnos a cualquier cambio que pueda venir... que seguro tendremos más de uno...

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